lunes, 21 de febrero de 2022

La importancia del diálogo interior.


• Entrando en contexto:

–Durante años se ha escrito y leído, hablado y escuchado, acerca del interior. . . Está escrito en libros antiguos considerados sagrados, también han escrito acerca del tema filósofos sobresalientes de distintas épocas y en distintas materias, pero; ¿Qué es en sí eso del poder interior? . . . O más interesante aún; ¿Qué es el diálogo interior del que tanto se ha hablado y escrito a lo largo de la historia de la humanidad? . . .

Cuando yo era niño, por ejemplo, en San Nicolás, una de mis abuelitas me enseñó a rezar, y decía que Dios o el espíritu de lo que sea, escuchaba en el interior de uno mismo. . . Resulta evidente que en aquél tiempo, yo no entendía nada de lo que rezaba, me parecían palabras innecesarias y algo tonto repetir lo mismo todas las noches antes de dormir, y no sentía en absoluto, diferencia alguna en mí, ni antes ni después de terminar de rezar las oraciones que incluso ya me las había aprendido de memoria, mucho más fácil y rápido que a las tablas de multiplicar. . .

A medida que fuí creciendo, fui empezando a notar como si en mi mente hubieran dos personas o más, . . . és decir, no eran personas en realidad, sino que llegaban ideas y pensamientos a mi mente que una parte de mi propia mente sabía que no eran propias, sino que se sentía como si alguien más se comunicara conmigo. . . Entonces yo me preguntaba; “¿Cómo es posible que yo pueda conversar conmigo mismo? . . . Un momento, lo estoy haciendo en éste preciso momento, sí puedo conversar conmigo mismo”. . . Y a partir de ése momento, algo empezó a cambiar en mi mentalidad y en mi vida. . .

Entonces empecé a entender, que las conversaciones conmigo mismo eran como si una parte de mí fuese la del niño que era, y la otra parte no sabía qué era, pues era parte de mí, pero yo mismo la reconocía como algo ajeno a mí. . . Entonces, en respuesta a la pregunta de; “¿Qué es el diálogo interior del que tanto se ha hablado y escrito a lo largo de la historia de la humanidad?” . . .

Mi respuesta más honesta, sería que es un diálogo entre la mente consciente y la mente subconsciente, que de alguna manera se interconecta con algún tipo de consciencia superior, que uno reconoce como parte de sí mismo, mientras es consciente de que no lo es del todo, debido a que nos previene de cosas que conscientemente sabemos que no sabíamos éso. . . Entonces uno se pregunta interiormente; "¿De dónde me vino esa idea, esa información, ese conocimiento? . . . Sé que yo no lo sabía, pero ahora de alguna manera siento y sé que lo sé; ¿Cómo es éso posible?". . .

Y esto no es algo que me ocurre únicamente a mí, sino que es algo que nos ocurre a todos los seres de la especie humana, y todavía no sé si también le ocurre a las demás especies, teniendo en cuenta que se supone que no poseen el don o la habilidad de la consciencia. . . Al menos por el momento, lo que sabemos es que los animales sí tienen la capacidad de sentir, pero no hemos podido comprobar si piensan más allá del instinto de supervivencia, ni hemos podido comprobar aún si son concientes de sí mismos o de lo que significa para ellos su propia existencia. . .

El poder de la conciencia, es lo que nos diferencía del resto de las especies de seres vivos conocidos por la humanidad hasta el momento, aunque a veces, no puedo evitar preguntarme; “¿Y si las vacas también tuvieran diálogos interiores consigo mismas y aún no hemos encontrado la manera de saberlo?”. . .


• Los tres niveles de la consciencia:

– He leído, estudiado y analizado varios escritos acerca de la conciencia, de los cuales me gustaría resaltar el libro de; "Power of Awareness" - De la autoría de Neville Goddard. . . Ésto para que se tenga no sólo una referencia, sino una base de inicio. . .

En base a lo que he conocido y experimentado en la vida, siento que és necesario proporcionar niveles básicamente a todo lo que es medible, de una manera similar a como se utilizan los niveles en la educación académica, por ejemplo; Sería absurdo esperar que un niñito de primer grado, compita con un adolescente del sexto grado. . . No tienen el mismo nivel de conocimientos, no tienen el mismo nivel de aprendizaje, no tienen la misma cantidad de experiencias prácticas, lo que da como resultado que no tengan el mismo nivel de conciencia, por lo menos en lo que a educación académica se refiere. . .

Pues también de la misma manera, los niveles de conciencia se pueden medir en términos personales, en términos grupales y en términos generales. . . Si nos ponemos estrictos, la consciencia podría medirse en cinco niveles, pero para hacerlo de manera más simplificada, lo ejemplificaremos sólo en tres. . .

1. Nivel bajo de conciencia: Son las personas que saben que decir o hacer algo está mal, pero aún así lo dicen y lo hacen, batallan consigo mismas y con su entorno.

2. Nivel intermedio de conciencia: Son las mentes que batallan para mantener un equilibrio. A veces hacen lo correcto y se sienten bien, y a veces hacen lo incorrecto y se sienten mal. Batallan en términos de grupos.

3. Nievel elevado de consciencia: Son los seres humanos que han alcanzado el control absoluto de sí mismos. Parecieran ir años luz por delante de los demás, contextualizan fácilmente el pasado y el presente, de tal manera que pueden preveer mentalmente las variantes de los posibles futuros, no sólo de su futuro personal, sino también grupal y mundial. . . Por ejemplo, Alfredo Jalife, experto en geopolítica, o Ray Dalio, experto en inversiones, son claros ejemplos de éste nivel elevado de conciencia. . . También por ejemplo, el famoso Nostradamus. . .  

Probablemente, después de haber leído y analizado lo anterior, usted se estará preguntando; "¿Qué tiene que ver todo eso con el diálogo interior?" . . . La respuesta es que tiene absolutamente todo qué ver con la conciencia, porque resulta evidente que a según es el diálogo interior de un ser humano consigo mismo, así es su nivel de conciencia, lo que se ve reflejado en su mentalidad y en su manera de funcionar en la existencia y en la vida. . .


• Los dos lados del diálogo interior:

– Ahora pasaremos a analizar algo que al parecer pocos han tomado en cuenta, no sé si lo han hecho deliberadamente o porque se sienten a sí mismos promotores de sólo lo positivo. . . No digo que esté mal, probablemente sea necesario que alguien haga eso, yo sin embargo, aunque me considero positivo, optimista y constructivo, no me interesa en lo absoluto dejar de ser realista en términos de analizar y comprender la manera de funcionar de la existencia y la vida. . .

És decir, de acuerdo a la realidad, en todo lo que existe hay opuestos, debido a que lo opuesto es parte del equilibrio existencial. . . La existencia y la vida real no podrían funcionar de otra manera. . . No podría haber arriba sin abajo, y por ende, tampóco sería posible la existencia de lo que hay enmedio. . . No podría haber derecha sin izquierda, y por ende, tampóco sería posible la funcionalidad de lo que hay enmedio. . . No habría bondad sin maldad, y por ende, no sería posible la existencia de lo que hay entre medio. . . ¡El equilibrio es la batalla infinitamente eterna de todos los tiempos!  . . . Y saber comprenderlo y vivirlo es un verdadero don.

Así pues, como es de esperarse, la conciencia también pareciera tener dos lados, uno bueno, positivo y constructivo, y uno malo, negativo y destructivo. . . Todos sabemos que nos llegan no se sabe cómo o de dónde, ideas e impulsos a la mente, pero no a todas las personas les llegan el mismo tipo de ideas e impulsos al mismo tiempo, ni siquiera en la misma etapa de la vida. . .

En éste preciso momento, mientras a alguien le llega la idea, el impulso y el sentimiento de hacer algo bueno, positivo y constructivo, a otro alguien le llega la idea, el impulso y el sentimiento de hacer algo malo, negativo y destructivo. . .

Es por eso que nunca se acaban los malos, los mentirosos, los corruptos, los asesinos, por más que se les combate, se batalla con ellos, se crean leyes, justicia y se educa desde la infancia para que nadie quiera ser malo, negativo y destructivo, sigue habiendo un porcentaje que piensa, siente y se comporta de esa manera. . .

Y ésto no tiene nada qué ver con opinión, suposiciones o creencias, es la verdad funcional de la vida, sin falacias ni surrealismo banal de Fé en cosas o acontecimientos irreales. . .
Ésta verdad es así desde hace milenios, pero en la antigüedad se le ponían nombres extraños, de Dioses o Demonios, sin embargo considero, que si uno es consciente de sus propios diálogos interiores consigo mismo, puede elevar su propio nivel de conciencia mucho más rápido y sin depender de ningún Dios o Demonio de cualquier nombre. . .

*Para hacerlo, uno tiene que responderse preguntas básicas que uno mismo debería de plantearse, a modo de ejemplo, considero que algunas de esas preguntas básicas deberían de incluir a las siguientes:

¿Qué me dicta el alma en la mente que debería de ser o hacer de mi vida?

¿Hago precisamente éso o hago exactamente lo contrario?

¿Cómo reacciono ante las ideas e impulsos que me llegan no sé cómo ni de dónde?

¿Qué tan conciente soy de mis actos y de mis actitudes?

¿De qué manera podría yo mejorar la comunicación conmigo?

¿Qué tan conciente soy de mi equilibrio mental, espiritual, o de lo que sea eso que ocurre en mí?

¿Qué lado permito que gane en mí la mayoría de las veces?

¿Considero que si lo hago concientemente yo podría hacer que la parte buena, positiva y constructiva gane siempre en mí? . . . ¿Cómo me haría sentir eso?

–Cree (de crear) usted más preguntas de este estilo, planteadas y respondidas por su propio diálogo interior. . .


• El diálogo interior es como todo lo que existe:

– Teniendo todo lo anterior en cuenta, y habiendo respondido internamente de uno para uno mismo las preguntas básicas planteadas anteriormente, ya se tiene más claridad y perspectiva de la que se tenía antes de haber leído éste artículo, lo que significa que, vamos bien y de buenas. . .

Ya para concluir, veamos ahora que en realidad, el diálogo interior es básicamente como todo lo que existe,  . . . o viceversa,  . . . todo lo que existe es como el diálogo interior. . . "¿Cómo así Ángel Yazmani? No entiendo". . . Quizá se dirán algunos entre sí mismos, de manera natural es así, pero tengo la certeza de que le quedará claro con la siguiente ilustración. . .

¿Alguna vez ha hecho usted un trato con alguien? . . . ¿Con su Dios, con sus padres, con sus hijos, algún familiar, alguna amistad o con algún conocido? . . . ¿Alguna vez ha hecho usted un trato con la doñita de la tienda, con algún cliente, socio comercial, padrino, ahijado, compadre, gobierno, religión u organización de lo que sea?  . . . Lo más probable es que sí, que por lo menos alguna vez, en alguna ocasión, uno ha tenido que hacer algún tipo de trato con alguna persona o con un grupo de personas, para beneficio mutuo. . . No hay manera de pasar por la vida sin tener que hacer algún tipo de trato con alguien, aparte de uno mismo. . .

Pues bien, la importancia de conocer y comprender el poder que emana del diálogo interior, es tan trascendente como el ser humano que logra comprender su funcionalidad. . . És decir, el diálogo interior básicamente se trata de aprender a hacer tratos con uno mismo. . . Así de sencillo y simplificado, no hay manera razonable de que alguien no lo entienda o se confunda. . .

Si tomamos en cuenta que todo lo que existe y lo que funciona se ha logrado a través de hacer tratos entre personas y organizaciones, el principal trato que uno como ser humano debe de aprender a hacer, es con uno mismo. . .

La manera en la que me comunico conmigo mismo, lo que mentalmente me digo a mí mismo, es no sólo el trato que hago conmigo, sino el trato que me doy a mí mismo. . .
 
Quien dialoga negativamente consigo mismo o misma, se da ese trato autodestructivo no sólo a sí mismo o misma, sino que también eso es lo que le transmite a los demás en su casa, barrio, pueblo, comunidad, organizan, mundo. . .
En contraste, quien dialoga positivamente consigo mismo o misma, se da ese trato constructivo y de automejoramiento no sólo a sí mismo o misma, sino que también eso es lo que le transmite a los demás en su casa, barrio, pueblo, comunidad, organizan, mundo. . .

* Lo siguiente no pretende ser una especie de mantra, oración o rezo qué copiar, pero ésta es la manera en la que yo personalmente hago tratos conmigo mismo. . .

1. La parte lógica y razonable de mí propone algo que se le ocurrió o que le llega no se sabe cómo ni de dónde. . . (Idea + sentimiento = impulso) ... Aunque en ocasiones ocurre al revés... (Sentimiento + idea = impulso) o sus variante... (Impulso + idea = sentimiento) ... (Impulso + sentimiento = idea)... Etc.

2. La parte subconsciente de mí lo analiza, basándose en lo que yo llamaría la base de datos almacenados en la mente. . . (Conocimientos + experiencias = posibilidades).

3. La parte tres es una combinación de ambas, teniendo clara la idea, como me hace sentir esa idea, el impulso que causa ese sentimiento, más el conocimiento que tengo o que me falta por adquirir, la experiencia que tengo o que aún me falta por adquirir acerca de ese algo en específico, y así es como se llega al resultado de cuales son las posibilidades reales en sea lo que sea de lo que se trate en cada preciso momento. . .

* Por ejemplo; Supongámos que me llega la idea de invertir en BTC, pero siento que no debería de hacerlo, entonces no habría concordancia entre lo que dice la idea y lo que dice el sentimiento, ¿Por qué?  . . . Por falta de conocimientos y experiencia sobre ese tema. . .

* Entonces, el siguiente paso es ponerse a adquirir conocimientos al respecto, para que después de analizar toda la idea del concepto, pueda sentir confianza o desconfianza, y eso me generaría el impulso de acción, ya sea de hacerlo o no hacerlo. . .

* La diferencia es que si decido hacerlo podría adquirir más conocimientos basados en experiencia, y si decido no hacerlo entonces no podría adquirir conocimientos basados en experiencia, sino que sólo tendría conocimientos en teoría basada en suposiciones, que dirían que las posibilidades son ¿...? y pasaría al ejercicio mental de; “las posibilidades son éstas o aquellas otras, tales y cuales por cuales... A la mejor,  . . . podría ser que,  . . . tal vez,  . . . quizá". . .

* El propósito de éste ejercicio es nunca dejarse llevar por las opiniones ajenas, sino que uno mismo debe de dialogar internamente consigo mismo, para tener la responsabilidad en cada una de las decisiones que toma, porque de ésta manera es imposible ser manipulados por alguien, y resulta imposible poder usar como excusas eso de andar culpando a otros. . . El mejor amigo o el peor enemigo que uno puede tener, va con uno a todas partes y nunca solo lo deja, debido a que es el diálogo interior, que tenemos con nosotros mismos, y la manera en la que lo hacemos. . .

–Éstas son palabras que yo me digo casi a diario, quizá para los manipulados puedan parecer palabras egocéntricas, pero les invito y les reto a que pongan en práctica el siguiente diálogo interior que es el que yo personalmente utilizo conmigo: Pero antes de continuar, recuerde que; "La importancia de conocer y comprender el poder que emana del diálogo interior, es tan trascendente como el ser humano que logra comprender su funcionalidad". . .


• Diálogo interior que Yo tengo conmigo mismo a diario:

“¡Eres mi ídolo!"

“¡Qué genial eres!"

“¡Qué idea tan genial se te ocurrió!"

“¡Qué bien me haces sentir con tu manera de ser!"

“¡Hay que hacer ésto y aquello!"

“¡Hay que aprender ésto y aquello!"

“¡Necesitamos adquirir experiencia en ésto y en aquello!"

Tienes buenas y cada vez mejores posibilidades en ésto!"

Te admiro y te respeto cabrón!"

Gracias por ser como eres!"

Gracias por pensar como piensas!"

"¡Gracias por sentir como sientes!"

Gracias por elegir tener esa actitud genial ante la vida!"

–Verdaderamente, por lo menos me digo tres o cuatro de esas cosas a diario. . . Y además son ciertas, és decir, en verdad me hago sentir y pensar todo eso a mí mismo acerca de mí,  . . . y funciona como si se tratara de algún tipo de poder mágico, aunque tengo claro que no se trata de un poder mágico, sino de un poder funcional que todo ser humano posee en sí mismo, aunque muchos no saben que lo tienen o no son concientes de como funciona. . . 

Por eso amigos míos, me he propuesto compartir con ustedes todo esto, porque sin la ayuda de muchas mentes concientes de sí mismas y de su propio poder funcional, resulta imposible cambiar las cosas en el mundo. . . No se necesita la aprobación o el permiso de ningún tipo de Dios para acceder al propio poder funcional del diálogo interior con uno mismo, no se necesita el permiso o la aprobación de ningún tipo de gobierno, religión u organización para poder acceder a un nivel más elevado de conciencia. . . 

“¡Nosotros mismos somos el camino, la verdad y la vida, y no hay otro fuera de nosotros mismos!”

* Párate frente al espejo y repite mirándote a los ojos todos los días aquello de Juan 14:6.
“Yo Soy el camino, la verdad y la vida, y no hay otro fuera de mí.”


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(Éste artículo no tiene fines de lucro. Éste artículo no pretende intervenir en las preferencias políticas o religiosas de nadie. Éste artículo tiene el objetivo y el propósito específico de crear y elevar el nivel de conciencia sobre la importancia del diálogo interior. Éste artículo y todo éste contenido, tiene el objetivo y el propósito específico de crear y elevar el nivel de consciencia de la humanidad, sobre todos los temas posibles).

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