miércoles, 27 de octubre de 2021

La suerte del emprendedor.


• La creencia de la suerte:

Desde pequeño escuchaba mucho acerca de la suerte. En el entorno en el que crecí, la mayoría de las personas creían tener suerte, a veces buena suerte y a veces mala suerte. La creencia de la suerte estaba totalmente arraigada en mi mente, tanto que parecía ser una verdad innegable.  . . .

Algo empezó a cambiar en mi mente cuando me di cuenta de que algunas personas, amistades e incluso familiares y hasta mi padre y mi madre, incluían la palabra "Suerte" hasta para cosas que evidentemente Yo comprendía que no dependían de la suerte.  . . . En ese momento empecé a preguntarme mentalmente en silencio: "¿Suerte? Un momento Angelito, ¿Cómo que suerte? Tú y Yo sabemos que ésto y aquello no depende de la suerte, ¿Por qué entonces seguimos fingiendo o aparentando como si tal cosa realmente dependiera de la suerte?  . . . ¿A caso te estás convirtiendo en un alcahuete de mentiras y falsedades?  . . . ¿Tú que eres tan justo y tan recto?  . . . ¿De cuándo a acá tienes empatía con las mentiras y las falsedades?"

A partir de ése momento, empecé a decirle a la gente que no todo dependía de la suerte, que algunas cosas quizá sí, como lanzar una moneda al aire y tratar de adivinar qué lado de la moneda caería hacia arriba, pero incluso en éso, había cierto porcentaje de variación, un 50 % de probabilidades de ganar o perder, acertar o errar.

- Por supuesto que empecé a ser mal visto cada vez que alguien me decía: <<Suerte Yazmani"  . . . "Suerte Angelito"  . . . "Suerte Many"  . . . "Suerte Ángel.>>

- Mi respuesta por lo general era: <<Gracias, pero no necesito suerte para ésto."  . . . "Yo creo que ésto no depende de la suerte."  . . . "La suerte no tiene nada qué ver en ésto."  . . . "¿Y la suerte qué tiene que ver aquí?"  . . . "Qué suerte ni que nada, si ésto depende de uno.>>

- Las reacciones tanto en los gestos del rostro como en las palabras que me decían, me dejaban saber claramente que no entendían a lo que Yo me refería, y en ocasiones me decían: <<Grosero, mal educado, irrespetuoso, mal agradecido, no eches la sal.>> - Y éste tipo de palabras bastante bien establecidas en la mayoría de las mentes en mi entorno de aquél tiempo.

- Entonces Yo trataba de explicar: <<Cuando Tú crees que depende de la suerte algo que en realidad depende de ti, dejas de creer en ti para dejarle a lo que llamas suerte, algo que en realidad depende de ti y de creer que puedes hacerlo sin depender de la suerte.>>

Sin embargo, la creencia de la suerte tenía ventaja sobre mi, pues la creencia llevaba más tiempo de existencia que Yo, un diminuto niñito de entre cinco y siete años de edad.  . . . "¿Qué iba a saber Yo en comparación de todas las generaciones anteriores a mi?" Era la lógica predominante en las mentes que no hacían más que repetirse lo mismo que las generaciones anteriores sin cuestionamientos.  . . . Y tenían razón, és decir, sí encuentro lógica en su lógica. Probablemente si Yo hubiera estado en el lugar de ellos con su misma mentalidad y con su poca capacidad de análisis y comprensión, pues quizá también Yo habría reaccionando y dicho exactamente lo mismo que ellas y ellos en su momento.

Sin embargo, a pesar de las reacciones y las palabras que me decían, algo dentro de mi me hacía continuar diciendo lo mismo todas las veces que alguien decía; "suerte en ésto o suerte en aquello otro."
Mi espíritu libertador me impulsaba a crear la consciencia de que no se necesitaba suerte para ésto o que no dependía de la suerte aquello otro.

Ésto me recuerda una frase que leí de alguien exitoso, no recuerdo bien en qué libro, la frase decía más o menos así: "¡Mientras más me esfuerzo y cuanto más autodisciplina desarrollo en mi, más suerte tengo!" - Me parece que fue Jim Rohn quien lo escribió, no recuerdo bien, pero de que es cierta la verdad irrefutable que esa corta frase contiene en su significado, es indudablemente acertada en términos de funcionalidad.


• La buena y la mala suerte:

- Si bien es cierto que algunas cosas sí dependen y varían de acuerdo a la suerte, es necesario dejar en claro que influyen mucho las palabras y las emociones con las que uno se dice a sí mismo las cosas.  . . .

Es decir, en otras palabras, que quienes se la pasan diciéndose a sí mismos: <<¡Qué mala suerte tengo, maldita salación!>> Con una carga de sentimientos y emociones negativos y auto destructivos, invocan, atraen o crean, ese tipo de "suerte" en sus vidas y en la vida de quienes conviven con ellos en su entorno.

Y lo opuesto también es cierto, quienes se la pasan diciéndose a sí mismos: <<¡Qué buena suerte tengo, bendita salvación!>> Con una carga de sentimientos y emociones positivos y auto constructivos, invocan, atraen o crean éste tipo de "suerte" en sus vidas y en la vida de quienes conviven con ellos en su entorno.

En pocas palabras, incluso la buena o la mala suerte tienen que ver con la manera en la que se comunica uno mismo consigo mismo, y a través de ser conscientes de ésto, uno puede con su fuerza de voluntad, elegir las palabras, los sentimientos y las emociones con las que puede empezar a hacer cambiar eso a lo que llama "suerte" en su vida.

A partir de éste preciso momento, elige sabiamente la manera en la que te comunicas contigo, tanto en pensamientos, palabras, sentimientos, emociones, expresiones y demás.  . . . Porque Tú eres la suerte hablando contigo, tú eres el universo funcionando en ti, Tú eres la existencia y la vida existiendo y viviendo contigo.

Elige la buena suerte, porque afortunadamente no depende de lanzar una moneda al aire y tener 50 % de probabilidades, sino que depende en un 90 % de como uno se comunica consigo mismo en pensamientos, palabras, sentimientos, emociones y demás.


• Ejercisio práctico puesto en movimiento:

Levántate cada mañana, da gracias a tu Dios o a lo que sea que le expresas gratitud, y luego haz que las primeras palabras que digas sean más o menos así: "Hoy voy a hacer que mi día sea tan genial como Yo Soy."
"Tengo mucha buena suerte porque desperté con vida."
"Yo Soy una persona afortunada por estar aquí y ahora."
"Mis pensamientos, palabras, sentimientos y emociones, son positivos y constructivos."
"El Ser que Yo Soy impulsa a mi hogar, calle, barrio, a ser más consciente de que la mayoría de las cosas dependen más de nosotros mismos que de la suerte."
"Mi vida no depende de la suerte, mi suerte depende de mi, así lo sé, así lo pienso, así lo expreso, así lo siento, así lo comunico y más importante aún, así me hago responsable de hacer que sea."

Y haz que así sea en ti y en las personas con las que convives constantemente en tu entorno.


• La suerte del emprendedor:

En el mundo del emprendimiento, no se ha sabido de alguien que dejando todo a la suerte haya logrado algo importante. En el mundo del emprendimiento quien se atiene al azar siempre pierde. Sería difícil imaginar a algún triunfador del más alto nivel diciéndose a sí mismo: "Voy a intentar ésto o aquello, a ver qué sale, ojalá tenga Yo suerte." 

Quienes se han dicho eso, no han llegado ni llegarán jamás a ser emprendedores de éxito considerablemente importante.  . . . No es posible en realidad, dejar a la suerte un emprendimiento y esperar que triunfe por sí solo, sin tener que hacer ningún tipo de esfuerzo físico, mental, emocional y financiero.  . . .

La suerte podría ocurrir quizá, cuando la oportunidad se le presenta y el emprendedor la reconoce de inmediato.  . . . Aunque en realidad, ésto es relativo, ya que está más que demostrado que ha habido emprendedores que buscaron durante mucho tiempo la oportunidad, y no la encontraron, entonces decidieron crearla ellos mismos.  . . . La manera de funcionar del universo y de la vida humana, está diseñada de tal manera que le resulta inevitable responder a nuestros impulsos de pensamiento, palabras, sentimientos, emociones, actitudes y comportamientos sostenidos con consistencia durante un tiempo determinado.

Incluso en el poker por ejemplo, los mejores jugadores de poker del mundo, quienes han logrado amasar incontables fortunas a través de éste considerado "juego de azar" saben que la suerte enfluye mínimamente, saben que se trata más de intuición, conocimientos, prácticas y estrategias, que de la suerte. Hay quienes afirman que la suerte influye en menos del cinco por ciento en cada mano jugada. Ese es un amplio margen de maniobra, significa que en esencia, se tiene aproximadamente un noventa y cinco por ciento de ventaja sobre los participantes que "tienen la creencia" de que "el poker es un juego que depende de la suerte."

Este ejemplo del poker aunque no es considerado un emprendimiento, deja bastante clara la explicación de "la suerte del emprendedor" debido a que el emprendedor que es consciente de que el éxito no depende tanto de la suerte sino de la preparación de uno mismo, tiene una enorme ventaja sobre los emprendedores que tienen la creencia de que su éxito o el éxito de su emprendimiento depende de la suerte, de su fe o de su Dios.

En poquísimas palabras, la mayor suerte del emprendedor es ser totalmente consciente de no depender de la suerte.  . . . Y ésto aplica no sólo en el mundo del emprendimiento, sino en la vida cotidiana de todo ser humano. Mientras más suerte se cree que se necesita, más atenido uno se vuelve.  . . . Y eso definitivamente no es bueno para nadie.  . . . Ser responsables de nuestros impulsos de pensamiento, de nuestras palabras, sentimientos, emociones, actitudes, comportamientos, expresiones y acciones, influye considerablemente en aumentar en más del noventa por ciento, eso a lo que solemos llamar "suerte."


• Recuerda poner en práctica a partir de éste preciso momento:

* A partir de éste preciso momento, elige sabiamente la manera en la que te comunicas contigo, tanto en pensamientos, palabras, sentimientos, emociones, expresiones y demás.  . . . Porque Tú eres la suerte hablando contigo, tú eres el universo funcionando en ti, Tú eres la existencia y la vida existiendo y viviendo contigo.

* Levántate cada mañana, da gracias a tu Dios o a lo que sea que le expresas gratitud, y luego haz que las primeras palabras que digas que sean más o menos de la siguiente manera:

"Hoy voy a hacer que mi día sea tan genial como Yo Soy."

"Tengo mucha buena suerte porque desperté con vida."

"Yo Soy una persona afortunada por estar aquí y ahora."

"Mis pensamientos, palabras, sentimientos y emociones, son positivos y constructivos."

"El Ser que Yo Soy impulsa a mi hogar, calle, barrio, a ser más consciente de que la mayoría de las cosas dependen más de nosotros mismos que de la suerte."

"Mi vida no depende de la suerte, mi suerte depende de mi, así lo sé, así lo pienso, así lo expreso, así lo siento, así lo comunico, y más importante aún, así me hago responsable de hacer que sea."

* Y haz que así sea en ti y en las personas con las que convives constantemente en tu entorno.


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(Éste artículo no tiene fines de lucro. Éste artículo no pretende intervenir en las preferencias políticas o Religiosas de nadie. Éste artículo ha sido escrito con el propósito de crear consciencia sobre "la suerte." Éste artículo y todo éste contenido tiene el objetivo y el propósito específico de crear y elevar el nivel de consciencia de la humanidad, sobre todos los temas posibles."

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